Sostén mi mano: tocar puede aliviar el dolor al sincronizar las ondas cerebrales

Nuestros cuerpos son capaces de una increíble variedad de reacciones fisiológicas en respuesta a los sentimientos de otras personas. Una nueva investigación muestra que sostener la mano de su ser querido cuando siente dolor lo consolará y hará que sus ondas cerebrales se sincronicen.

No se debe subestimar el agarre de la mano para reducir el dolor, sugiere una nueva investigación.

El comportamiento prosocial está profundamente arraigado en nosotros como humanos, y la forma en que nuestros cuerpos responden a los demás es un testimonio de esto.

Cuando los seres humanos participan en prácticas comunitarias, como bailar o cantar, nuestra capacidad para pensar en los sentimientos de otras personas aumenta y, a veces, nuestra frecuencia cardíaca incluso se sincroniza.

Cuando agregas romance a la mezcla, las cosas se vuelven aún más interesantes. Los científicos han demostrado que los corazones de las parejas románticas laten al mismo ritmo, lo que hace que la frase “nuestros corazones laten como uno solo” sea más cierta de lo que se pensaba.

El año pasado, un estudio dirigido por Pavel Goldstein, investigador postdoctoral en el Laboratorio de Neurociencia Cognitiva y Afectiva de la Universidad de Colorado, Boulder, se centró en cómo esta sincronicidad fisiológica se ve afectada cuando uno de los miembros tiene dolor y el otro intenta consolarlos.

El estudio demostró que tomar la mano de tu pareja puede aliviar su dolor, aumentar tu empatía e incluso hacer que tú y tu pareja se sincronicen las frecuencias cardíaca y respiratoria.

Este fenómeno se llama "sincronización interpersonal", y ahora, el mismo Pavel Goldstein lo ha explorado más a fondo. Junto con su equipo, Goldstein eligió centrarse en los patrones de ondas cerebrales y cómo se comportan cuando los socios intentan aliviar el dolor del otro.

Según el conocimiento de los autores, esta es la primera vez que se estudia el "acoplamiento cerebro-cerebro" en el contexto de la reducción del dolor a través del toque humano.

Los hallazgos fueron publicados en la revista Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.

Tomarse de la mano, el acoplamiento del cerebro puede matar el dolor

Goldstein y sus colegas pidieron a 22 parejas heterosexuales que se sentaran en diferentes escenarios mientras se monitoreaba su actividad cerebral usando un electroencefalograma.

Los participantes tenían entre 23 y 32 años y habían estado juntos durante al menos un año. Durante el estudio, se les pidió que se sentaran juntos en la misma habitación sin tocarse, que se sentaran juntos y se tomaran de las manos o que se sentaran en habitaciones separadas.

Los escenarios, que duraron aproximadamente 2 minutos cada uno, se repitieron, y las mujeres sufrieron un leve dolor inducido por el calor en los brazos.

El estudio reveló que, para los socios, el simple hecho de estar en presencia del otro se correlaciona con la sincronicidad en una longitud de onda cerebral llamada banda alfa mu, que está involucrada en el enfoque y la atención.

El acoplamiento cerebral aumentaba aún más si la pareja sostenía la mano de la mujer mientras ella tenía dolor. Por el contrario, si los socios no se tomaban de la mano mientras la mujer tenía dolor, sus ondas cerebrales dejaban de acoplarse.

“Parece que el dolor interrumpe totalmente esta sincronización interpersonal entre parejas y el tacto la devuelve”, dice Goldstein.

Además, los investigadores probaron los niveles de empatía de la pareja masculina, lo que reveló que una alta empatía se correlacionaba con un acoplamiento cerebral más intenso. Esto, a su vez, redujo el dolor de la mujer. Los autores explican:

"Nuestros hallazgos indican que sostener la mano durante la administración del dolor aumenta el acoplamiento cerebro-cerebro en una red que involucra principalmente las regiones centrales del objetivo del dolor y el hemisferio derecho del observador del dolor".

Añaden: "El contacto interpersonal puede difuminar las fronteras entre uno mismo y el otro". Y aunque el estudio no analizó las parejas del mismo sexo ni otras relaciones aparte de las heterosexuales y románticas, Goldstein enfatiza cuán poderoso puede ser el toque humano para aliviar el dolor.

“Hemos desarrollado muchas formas de comunicarnos en el mundo moderno y tenemos menos interacciones físicas”, dice. "Este documento ilustra el poder y la importancia del toque humano".

Goldstein también agrega que se necesitan más estudios para comprender los mecanismos precisos que pueden explicar exactamente cómo tomar la mano puede matar el dolor en el cerebro.

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